Ficha
PARA EL ESTABLECIMIENTO ORTON
BOLIVIA
Territorio de colonias Pando
10 Centavos 1899
Barraca Orton de Antonio Vaca Diez
Establecimiento productor de caucho a orillas del Río Orton
Durante la época de la goma, debido a la lejanía y aislamiento, las monedas oficiales eran muy escasas. Por lo que las casas gomeras acuñaban fichas para cancelar los salarios a sus trabajadores.
El auge de la goma elástica a fines del siglo XIX e inicios del XX incorporó las tierras bajas bolivianas a la economía global. Ello supuso un cambio repentino y traumático para la gran variedad de etnias de la zona, que fueron reclutadas como mano de obra en una nueva institución: la barraca gomera. El aislamiento de las mismas, la dureza de sus prácticas laborales y la debilidad del Estado boliviano, condujeron a una rápida aculturación de esos grupos y, a pesar de las duras condiciones laborales, a muy pocos casos de rebelión abierta. Ello limitó sus prácticas de representación, ejerciendo estos siringueros formas más sutiles de resistencia.
Módulo:
Ø19.5mm - 2.7grs
Metal plateado
ER = Extremadamente RARO
La barraca gomera dependió de una fuerza laboral relativamente estable, siendo necesario reclutar indígenas de otras zonas de las tierras bajas bolivianas, que estaban familiarizados con los sistemas laborales de las haciendas y conocían
sus métodos, pues habían estado en contacto con el Estado colonial y republicano. Fueron estos grupos, procedentes de Moxos, Chiquitos, Santa Cruz, Caupolicán, Chaco y valles interandinos, los susceptibles de suscribir contratos por
medio del enganche. Por su parte, los nativos del norte amazónico tenían poca densidad poblacional y no constituían una solución para colmar las necesidades de mano de obra de las barracas. A pesar de ello, muchos fueron capturados violentamente y, en la mayoría de casos, el auge supuso la decadencia y/o desaparición de dichas etnias. Al mismo tiempo, las condiciones en el interior de la barraca, su aislamiento, los sistemas coercitivos y la débil, cuando no inexistente, presencia estatal minaron la cohesión étnica y social de los siringueros, dando lugar a un agresivo y rápido proceso de aculturación de todos estos grupos.
A pesar de esto, y dentro del escaso margen de actuación que ofrecía el entorno, los siringueros intentaron desafiar al sistema usando una serie de estrategias para contrarrestar la opresión. Estas estrategias consistían en atacar el sistema
económico de las barracas para obligar a los patrones a negociar, hasta cierto punto, con ellos, adquiriendo así el reconocimiento de una cierta representación económica y social.
(Fragmento extraído de LA BARRACA GOMERA BOLIVIANA: ETNICIDAD, MANO DE OBRA Y ACULTURACIÓN 1880-1920 de
Frederic Vallvé Vallori)
Ficha BOLIVIA Establecimiento Orton / Territorio de Colonias Pando 10 C.1899
$87.000,00
Ficha
PARA EL ESTABLECIMIENTO ORTON
BOLIVIA
Territorio de colonias Pando
10 Centavos 1899
Barraca Orton de Antonio Vaca Diez
Establecimiento productor de caucho a orillas del Río Orton
Durante la época de la goma, debido a la lejanía y aislamiento, las monedas oficiales eran muy escasas. Por lo que las casas gomeras acuñaban fichas para cancelar los salarios a sus trabajadores.
El auge de la goma elástica a fines del siglo XIX e inicios del XX incorporó las tierras bajas bolivianas a la economía global. Ello supuso un cambio repentino y traumático para la gran variedad de etnias de la zona, que fueron reclutadas como mano de obra en una nueva institución: la barraca gomera. El aislamiento de las mismas, la dureza de sus prácticas laborales y la debilidad del Estado boliviano, condujeron a una rápida aculturación de esos grupos y, a pesar de las duras condiciones laborales, a muy pocos casos de rebelión abierta. Ello limitó sus prácticas de representación, ejerciendo estos siringueros formas más sutiles de resistencia.
Módulo:
Ø19.5mm - 2.7grs
Metal plateado
ER = Extremadamente RARO
La barraca gomera dependió de una fuerza laboral relativamente estable, siendo necesario reclutar indígenas de otras zonas de las tierras bajas bolivianas, que estaban familiarizados con los sistemas laborales de las haciendas y conocían
sus métodos, pues habían estado en contacto con el Estado colonial y republicano. Fueron estos grupos, procedentes de Moxos, Chiquitos, Santa Cruz, Caupolicán, Chaco y valles interandinos, los susceptibles de suscribir contratos por
medio del enganche. Por su parte, los nativos del norte amazónico tenían poca densidad poblacional y no constituían una solución para colmar las necesidades de mano de obra de las barracas. A pesar de ello, muchos fueron capturados violentamente y, en la mayoría de casos, el auge supuso la decadencia y/o desaparición de dichas etnias. Al mismo tiempo, las condiciones en el interior de la barraca, su aislamiento, los sistemas coercitivos y la débil, cuando no inexistente, presencia estatal minaron la cohesión étnica y social de los siringueros, dando lugar a un agresivo y rápido proceso de aculturación de todos estos grupos.
A pesar de esto, y dentro del escaso margen de actuación que ofrecía el entorno, los siringueros intentaron desafiar al sistema usando una serie de estrategias para contrarrestar la opresión. Estas estrategias consistían en atacar el sistema
económico de las barracas para obligar a los patrones a negociar, hasta cierto punto, con ellos, adquiriendo así el reconocimiento de una cierta representación económica y social.
(Fragmento extraído de LA BARRACA GOMERA BOLIVIANA: ETNICIDAD, MANO DE OBRA Y ACULTURACIÓN 1880-1920 de
Frederic Vallvé Vallori)